Plumas ajenas: Miquel Bastons (IV)

El lugar del hombre es su espacio vital, el que él construye a lo largo de su vida y en el que ha de formar su morada. No se trata de un lugar físico. Es un lugar que se edifica con nuestro comportamiento y nuestras acciones. Por eso, más bien se relaciona con lo que los griegos denominaban ethos. Ethos significa el territorio, el mundo particular, el lugar adecuado para cada cosa. Hay un lugar físico y hay también un espacio biológico. El agua es el "lugar" de los peces, el aire es el "lugar" de las aves, etc. Y también hay un lugar del hombre. Pero éste trasciende tanto la significación física como la biológica. El lugar del hombre no es el lugar en el que está, sino el "ámbito" que él configura con su propia conducta. Los clásicos lo entendían como un espacio práctico.  
Miquel Bastons, 1994

Miquel Bastons, (1994). “Vivir y habitar en la ciudad” en Anuario Filosófico, 1994 (27), 541-556

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