Apuntes de viaje (XXV) Una pausa en el tiempo


Iglesia de San Jorge en Ragusa Ibla, 2019

Hay un momento en la tarde en que todo parece detenerse un instante. Es el momento en que empieza a caer el día.
No es aún el crepúsculo, sino apenas la iniciación de la fatiga del transcurrir. Mientras que el tiempo de los relojes sigue su transcurso monótono y regular, la vida retiene por un rato el aliento y la tarde resplandece con un fulgor sosegado y pleno. En las escuelas, las maestras recogen en silencio las tareas, aunque todavía no es el momento de salir. Mientras tanto, en la iglesia de San Jorge de Ragusa, esa luz tan especial baña los cortinados. Y así, uno retorna en el espacio y en el tiempo.
Porque en ese instante el tiempo vivido se toma una satisfecha pausa.


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