El valor de la arquitectura corriente

Sevilla

Mientras que los objetos arquitectónicos singulares encandilan con su esplendor, la arquitectura corriente conforma contextos, culturas urbanas y tectónicas particulares. Las arquitecturas corrientes son el fundamento del tono y ritmo del habitar el lugar concreto.
Los objetos singulares se recortan nítidos de su fondo, mientras que la arquitectura corriente consigue, con la solidaridad cómplice del tiempo, configurar el contexto que confiere pleno sentido al habitar de los lugareños. Así, los objetos singulares constituyen emblemas figurativos, mientras que la arquitectura corriente es cabal escenario de la vida cotidiana en lo que tiene de identificación, apropiación y referencia.
Tal es el recorte figurativo de los objetos singulares que resulta que suelen hablar en voz muy alta y a veces estentórea; la arquitectura corriente murmura apenas con los ecos de la vida.  Por ello, conforma una madurada cultura urbana cultivada en la memoria morosa de la habituación.
Cada construcción es el resultado de una denodada lucha con la materia, la gravedad y el tiempo. Pero mientras que en los monumentos esta gesta es heroica, en la arquitectura corriente se respira el dominio ordinario de la cultura tectónica propia de lugares y tiempos históricos.

El quid de la verdadera experiencia del lugar está en los pulsos constantes y discretos de su arquitectura corriente. Este es su valor y debemos reconocerlo con sensibilidad y atención.

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