Deslizamientos furtivos o ceremoniosas marchas

Galería Uffizi (Florencia)

Del pasillo, triunfante modo de comunicación de la modernidad funcionalista, podemos decir que tiene su origen no en la voluntad de unir estancias con una circulación compartida, sino de separarlas para facilitar la privacidad y discriminar la circulación. El pasillo, de hecho, tiene su origen en el esfuerzo para evitar la interferencia entre los señores de una casa y su servicio. Una paradoja ésta, la de separar en lugar de comunicar, que aún hoy sigue siendo una poderosa fuente de posibilidades.
Santiago de Molina, 2016

Hay lugares que rinden honor a las distintas actividades del cuerpo.
Una galería palaciega es un homenaje a la marcha, entendida como ritual del desplazamiento moroso.
Mientras tanto, la mezquindad opera degradando el contenido primero del ritual y luego del lugar continente. Así, la marcha ceremoniosa cede al deslizamiento furtivo. A consecuencia de ello, la amplia y generosa galería deja lugar al estrecho pasillo. El deambular, pleno de significado, se reduce a un expeditivo circular.

Así de mísera es nuestra vida corriente: no tanto por la falta de lugar, sino por la insignificancia relativa de nuestros actos.

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