Un lugar al sol

La exposición de la piel a la brisa y a la radiación solar constituye una alegría esencial.
Más allá de las precauciones aconsejadas por los médicos, contar con una cuota razonable de sol es una demanda social legítima y atendible. En una justa medida, el sol debe llegar a todos y a todos debe resultarles un beneficio. La reivindicación del sol, por otra parte, no corre lejos del reclamo del descanso, del ocio reparador. Tenderse plácidamente al sol es la alegría de la buena estación.

¡Solanas para todos, ya!

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