Richard Moser
(1874- 1924) En la calle (1916)
El
empaque burgués se prodiga en las fachadas públicas.
Pero
la vida tiene aspectos miserables: los presupuestos son ajustados y no es
posible invertir lo necesario en todos lados, entonces las arquitecturas tienen
una cara pública y unos reductos traseros. Estos últimos suelen ofrecer un
aspecto lastimoso.
Hans Mertens
(1906- 1944) Patio interior (s/d)
Esta
distribución desigual de las inversiones y los cuidados del decoro se extiende
desde los edificios y sus agrupamientos a la ciudad en conjunto. También la
ciudad tiene sus lugares fronteros y unos ominosos traseros, en donde es
temerario demorarse.
Cabe
peguntarse si una arquitectura y un urbanismo comprometidos con la justicia
social pueden seguir incurriendo en
estas acostumbradas prácticas de frente-y-trasero.
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