Benozzo
Gozzoli (1420- 1497) La danza de Salomé
(1462)
Es
mediante las danzas del cuerpo que nos adueñamos legítimamente de los lugares.
Son
los gestos del cuerpo en el espacio y en el tiempo los que hacen de un sitio
físico un lugar efectivamente ocupado. El cuerpo, en su acción, le confiere
estructura, orden y orientación al lugar.
Con
los pasos medimos la extensión de las estancias y la calidad de las escaleras.
Según alcancemos las cosas con las manos, quedarán éstas dispuestas en un mundo
que verifica efectivamente una existencia humana allí. No hay regla más
elemental que la que se impone a la pantomima cotidiana.
Habrá,
aquí y allá, ciertos puntos en donde se detendrá la mirada: el lugar geométrico
de todos los puntos es el continente del horizonte general de toda composición.
Las voces y los ecos nos indicarán ciertas regiones especiales tenidas como
focos de atención.
Algunos
cuerpos tendrán la virtud de imponer ritmos y cadencias a otros: según esta
distribución de papeles se organizará la coreografía colectiva.
La
sucesión de gestos hará historia y el lugar constituirá una geografía.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario