Emociones. V. Entereza y miedo

Johan Krouthén (1858- 1932) El banco de arena de Skaw (1883)

Siempre nos ubicamos en un punto intermedio entre la entereza y el miedo que nos asegure un lugar en el mundo.
Es que el miedo nos somete a la retracción, mientras es con entereza que afrontamos el lugar y sus condiciones. Sobre la recta que va del miedo a la entereza entonces situamos el punto que nos permite trazarnos un horizonte.
La ciudad y sus habitantes suscitan el miedo que nos recluye tras las rejas, al abrigo de nuestros muros y frente al televisor. Este último insiste todos los días en alimentar tanto nuestro miedo a nuestros semejantes —que empiezan a ser los Otros—, así como a proponernos con insistencia que debemos seguir consumiendo todas esas cosas maravillosas que suceden en las tandas publicitarias.

Así, perdemos el horizonte, porque ahora estamos situados entre el miedo y el deseo y ambos son cada vez más fantasmáticos

No hay comentarios.:

Publicar un comentario