Vilhelm
Hammershøi (1864 – 1916) Mujer al lado de
un piano con un libro (s/f)
Los
interiores se habitan rozando sus texturas.
A
esto llegamos apreciando cómo se las arregla la luz para entrometerse
reveladora. Sólo que no nos quedamos en la pura imagen visual, sino que vivimos
efectivamente con el cuerpo aquello que la visión no hace otra cosa que
anticiparnos.
Vivir
una habitación pasa por los roces tenues del cuerpo, por la reverberación de la
voz, por las revelaciones del resplandor del ambiente, por el adentrarse.
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