Ronna S.
Harris (s/d) Vida después del hombre
(s/f)
Es
aventurado apuntar al futuro, siquiera el inmediato a un presente que nos es
dificultoso comprender con plenitud.
Es
posible que los sujetos contemporáneos edifiquen una nueva forma de dignidad y
con ello, fundan las bases de un decoro renovado y alternativo al decoro
burgués, ya declinante.
Frente
a una ética-y-estética de la acumulación, el ahorro y la inversión perdurables,
puede que impere una alternativa fundada en el consumo fluido y efímero, el comprarse
la vida a crédito y formas evanescentes en donde la identidad, la referencia y
la apropiación adoptarán formas nuevas.
Es de
esperar, dados los cambios en la vida contemporánea, que el centro de gravedad
de la vida no radique ya en la familia y su proyecto, sino en el individuo,
comprometido con un proyecto de formación prolongado, una nupcialidad
declinante y una procreación tardía y escasa.
Es
muy probable que el equipamiento doméstico evolucione hacia la liviandad y la
baratura, en configuraciones fácilmente sustituibles. Ante la tendencia a la
minimización del espacio construido, contar con holguras será, con toda
probabilidad una seña de privilegio social y económico. Es muy posible que se
perfeccione el rendimiento energético y el control a distancia de los cada vez
más abundantes instrumentos electromecánicos de control ambiental.
¿Valdrá
la pena vivir una vida así?