Adolph
Tidemand (1814- 1876) Los ancianos (1849)
Imagine.
Que
dispone de una pantalla en donde Usted puede soñar la vida humana, en todos y
cada uno de sus aspectos. La vida no quedará detenida en ningún momento o
circunstancia particular, sino que palpitará a su ritmo.
Entonces
y con gran delicadeza, Usted acomoda un sutil tegumento que permita
conferir a la vida ciertas alegrías
elementales tales como la luz y el calor del sol, la frescura del aire que
corre, las sombras que todo lo resguardan y cosas así.
Entonces
y sólo entonces, Usted podrá acondicionar constructivamente esa tenue membrana,
con lo que habrá alcanzado, si no la gloria del Prizker1, por lo
menos la tranquilidad de conciencia de haber cumplido una noble misión.
No
deje de imaginar, por favor.
1
Para los no arquitectos: el Prizker es un premio internacional de arquitectura
equiparable al Nobel.
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