Max Liebermann
(1847- 1935) El banco de jardín
(1916)
Un jardín significa siempre una
añoranza a la que se ha dado forma, también un regreso sentimental a la edad
dorada, a la vez que un escape hacia la utopía.
Carl
Friedrich Schrörer, 1992
Hay
jardines que parecen sitios rescatados de un incomprensible olvido.
Un
banco bien situado es un lugar en donde ya
hemos reposado, si sólo pudiéramos recordar cuándo. Hay jardines a los
cuales siempre regresamos.
Quizá
porque un jardín conforme una vivencia profunda de tranquila felicidad que se
oculta cuidadosamente hasta el momento en que, creyendo falazmente que
visitamos por primera vez el lugar, en verdad sólo volvemos a aquel jardín de
la memoria.
Se
puede sospechar, por lo tanto, que todos los jardines son, en esencia, uno
mismo y es aquel del que guardamos vacilante recuerdo.
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