Hay
palabras, que por debajo de su aparente inocencia, encubren peligrosas y
equívocas afinidades.
Repárese
en la falaz vecindad conceptual entre términos que parecen emparentados por sus
voces.
Confort → conformidad →conformismo.
Quede
claro: desde el punto de vista etimológico no existe conexión entre el primer
término y los siguientes. Sin embargo es fácil constatar una deriva ideológica
que los emparenta.
Así,
uno de los significados de ‘confort’ es ‘comodidad material’, que conecta por
deslizamiento ideológico con ‘conformidad’, en el sentido de ‘avenencia’ o
‘aceptación’, que a su vez se desliza a ‘conformismo’ en el sentido de
‘adaptación’.
Como
se ve, una serie de equívocos que vuelve insignificante el sentido profundo del
confort como bienestar, conduciéndolo a la resignación pasiva. Todo un
comentario sobre nuestro estadio civilizatorio actual.
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