La Puerta
Torii en el Santuario Gokônomiya, Kyoto
Puede
que toda la arquitectura concebible comience por una articulación: con un señalamiento de una diferencia entre Uno y
Otro lado.
Una
puerta torii diferencia una zona sagrada de la profana: el conjunto del umbral,
las jambas y el dintel sobresignifican esta diferencia. Mucho antes, allá en la
noche de los tiempos, dos simples piedras oficiaron de umbral. La arquitectura,
vista de este modo, no es más que el ornamento o una superestructura de una
delimitación ritual de los lugares. Y esta delimitación es, estrictamente, un
amparo amodal, a diferencia del
amparo modal en la figura de una cerca o muro.
El
umbral aparece en toda su diáfana condición como brecha, como pasaje posible y
significativo. Un atravesamiento de un umbral es diferente a la pura marcha:
supone un cambio de estado. De modo que el paso que atraviesa un umbral siempre
es más largo, porque se cruza una frontera.
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