Plumas ajenas: Juan Eduardo Cirlot


Umbral
Símbolo de transición, de trascendencia. En el simbolismo arquitectónico, el umbral recibe siempre tratamiento especial, por multiplicación y enriquecimiento de sus estructuras: portadas, escalinatas, pórticos, arcos de triunfo, protecciones almenadas, etc., o por la ornamentación simbólica, que alcanza en Occidente su máxima virtualidad en la catedral cristiana, mediante la decoración con escultura de parteluz, jambas, arquivoltas, dintel y tímpano. Adquiere aquí el umbral claramente su carácter simbólico de unión y separación de los dos mundos: profano y sagrado. En Oriente, son los «guardianes del umbral» los que representan esas funciones de protección y advertencia, significadas por dragones y efigies de deidades o genios. El dios Jano de los romanos expresaba asimismo ese dualismo que, analógicamente, puede ser relacionado con todas las formas de dualidad. Por ello puede hablarse de un umbral entre la vigilia y el ensueño. 
Juan Eduardo Cirlot, 1992

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