Umbral
Símbolo de transición, de trascendencia. En el simbolismo
arquitectónico, el umbral recibe siempre tratamiento especial, por
multiplicación y enriquecimiento de sus estructuras: portadas, escalinatas,
pórticos, arcos de triunfo, protecciones almenadas, etc., o por la
ornamentación simbólica, que alcanza en Occidente su máxima virtualidad en la
catedral cristiana, mediante la decoración con escultura de parteluz, jambas,
arquivoltas, dintel y tímpano. Adquiere aquí el umbral claramente su carácter
simbólico de unión y separación de los dos mundos: profano y sagrado. En
Oriente, son los «guardianes del umbral» los que representan esas funciones de
protección y advertencia, significadas por dragones y efigies de deidades o
genios. El dios Jano de los romanos expresaba asimismo ese dualismo que,
analógicamente, puede ser relacionado con todas las formas de dualidad. Por
ello puede hablarse de un umbral entre la vigilia y el ensueño.
Juan
Eduardo Cirlot, 1992
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