Ilustración de
Vignola
Si la arquitectura es una actividad social de
producción e implementación de trasformaciones físicas, formales y simbólicas
de los lugares habitados, entonces, no puede considerarse el arte de
proyectar y construir edificios, tal como afirma el Diccionario de la Real
Academia Española.
La
asunción general propia de la Teoría del Habitar es que ni el proyectar ni el
construir constituyen fines en sí mismos, sino que el verdadero fin de la
arquitectura es habitarla, en toda la extensión del sentido del término.
La
Teoría del Habitar, a este respecto, reintroduce una concepción teleológica de
la arquitectura.
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