Giovanni Paolo
Pannini (1691 –1765) Interior de San
Pedro en Roma (1750)
La
reconsideración del concepto de la arquitectura vuelve necesario meditar sobre
causas antecedentes y consecuencias finales.
Lo
que aporta la Teoría del Habitar a esta cuestión puede resumirse en la
proposición de Martin Heidegger: No
construimos para habitar, sin que porque habitamos es que construimos. El
orden de los factores es crucial.
El
habitar es un precedente ontogenético para la arquitectura. Sólo si habitamos
es posible afrontar el cúmulo estructurado de transformaciones físicas,
formales y simbólicas que demanda la empresa humana de tener lugar efectivo.
Esto
tiene, por lo menos, una consecuencia que bien podría tenerse como didascálica:
es el habitar el que forja y enseña, por obra de sus manifestaciones, el rumbo
humanamente necesario a las técnicas arquitectónicas. El proyectar y el
construir son medios para la
consecución de la buena forma de vivir los lugares.
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