Iglesia de
Orsanmichele, Florencia
La
diversa altura de los umbrales en Orsanmichele se corresponde con una precisa
jerarquía de los mundos que se oponen y conectan a la vez.
Un
templo cristiano es, en principio, una porta
cœli, esto es, una gran puerta del cielo. Dentro de este carácter matriz,
separa el recinto sagrado del profano. Por otra parte, un umbral menos
encumbrado señala la necesaria discriminación entre la ciudad de los legos y la
comunidad religiosa que tiene como propio el ámbito interior. Dentro de éste,
un majestuoso par de hojas de magnífica carpintería señala la apertura general
del recinto en las grandes ocasiones. Por último, un conciso y algo brutal
recorte franquea el paso cotidiano.
Pero
el más humilde atravesamiento del umbral lo constituye el socorrido gesto de la
limosna a la mujer gitana que aguarda al efecto.
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