Enfilade en
Palazzo Pitti
Todo
umbral supone una instancia especialmente importante en la arquitectura del
lugar.
Pero
cuando se suceden dos ocurre un fenómeno mucho más fascinante. Ni que decir
tiene cuando se tiene una serie de umbrales en
enfilade.
Todo
umbral supone abrir hacia un ámbito otro una profundidad interior que se abisma
ante quien se asoma. De este modo, la sucesión de umbrales implica un abismo
que pasa por ser una promesa ilusoria de infinitos cósmicos.
En el
Palazzo Pitti las estancias se alinean con ritmo regular e implacable y son los
umbrales en enfilade los que
demuestran arquitectónicamente cuán vasto es, en verdad, su interior.
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