Consumaciones (III)


Marguerite Baker Johnson

Habitar con plenitud el horizonte supone conquistar un emplazamiento estratégico en el paisaje.
Nunca dejamos de poblar el horizonte, pero no en todas las ocasiones éste se nos revela con la contundencia que sólo se consigue cuando alcanzamos a constituir cabalmente el paisaje. Porque constituir el paisaje no es virtud de un sitio físico de especial conformación, sino resultado de una actitud del sujeto habitante. Tal actitud está definida por una especial asunción de un carácter, el de fundacional. Es a partir de este carácter que la presencia del habitante proyecta su estructura fundamental sobre el lugar y esta actitud se vuelve, paso a paso, peculiarmente inquisitiva, heurística y compositora.
El horizonte habitado se transforma en la primera línea constitutiva del paisaje efectivamente constituido por obra de la expectación. Habitamos entonces todo nuestro mundo desde un estratégico emplazamiento.

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