Consumaciones (VIII)


Kathleen Laraia McLaughlin

Porque el habitar es un arte, es una destreza que ha de aprenderse, desde sus performances más sencillas.
Habitar supone aprender a componer el gesto y la actitud corporal adecuada a cada circunstancia. Existe una etiqueta apropiada a cada situación vital y los niños observan con atención cada seña de los adultos, en una acechanza paciente y constante. Según imiten o critiquen, así darán forma a sus formas propias de protocolo, siempre en diálogo intergeneracional.
Pero en todo caso, lo que siempre efectivamente se transmite es que no cualquier modal es aceptable.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario