Kati Horna
(1912-2000)
Todo es lenguaje en el mundo
humano, pero de ninguna manera sólo lenguaje. El sentido no es algo que
aprendamos como seres del lenguaje, sino como seres vivos
Najmanovich
2001
En
definitiva, la arquitectura no puede aspirar ni más ni menos que resultar una
escritura, una emergencia lingüística más de la condición humana.
Sin
embargo, subsiste algo que asoma en el trasfondo de toda manifestación
lingüística, que es el sentido. Y si nos preguntamos por este sentido, primero
y último de toda empresa humana, lo cierto es que es un emergente ya no de la
humana condición, sino del estatuto de los seres vivos. Es pues la vida la que
confiere sentido a toda la arquitectura y —lo que queríamos demostrar— es el
habitar humano un sentido contenido e inexcusable y quizá el primordial de todo
texto arquitectónico.

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