Pablo
Lavaselli (s/d) Escuela rural en Misiones, Argentina
El
cierre superior de las esferas axiológicas implicadas por el habitar lo
constituye una esfera superior de síntesis que da cuenta de los valores plenos
de la condición humana.
Los
valores superiores propios del habitar suponen una reelaboración crítica de los
valores puestos de manifiesto en relación con las condiciones de vivienda:
adecuación, dignidad y decoro.
En lo
que refiere al habitar, que comprende, como referente una dimensión mucho más
general e integral que la vivienda, el valor de adecuación debería reformularse
en la expresión magnitud conforme. La
magnitud conforme de los lugares para habitar es el conjunto de condiciones
físicas que deben reunir para constituir lugares adecuados. Se entiende
magnitud conforme por considerar la magnitud que conviene a las personas dada
su constitución, diferenciándose de las determinaciones de estándares mínimos,
de carácter y origen tecnoburocrático.
Por
su parte, el valor de dignidad proviene de la propia condición humana. Puede
considerarse que ser humano es constituir una situación en los lugares ocupados
o poblados, con lo que los lugares son condignos con los sujetos que los
habitan.
El
tercer valor puesto en juego, es el del decoro, esto es, la adecuación de la
forma final y acondicionamiento pleno del lugar con que la dignidad del
habitante no sufra menoscabo, ni estigma, sino plena identificación.
Los
valores de magnitud conforme, dignidad y decoro rematan la esfera axiológica
propia del habitar la humanidad sus lugares.
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