Louise Mercier
(1879- 1907) Joven marroquí (1883)
La
arquitectura profunda del ámbito intimo reserva al habitante sentidas
experiencias táctiles.
Es
que este ámbito está demasiado cerca del cuerpo como para apreciarlo
adecuadamente con la visión. El ámbito íntimo se deja palpar con regocijo. Por
ello, en la región más recóndita de la casa, la piel se complace en suavidades,
tersuras, calidades de agrado mediante el contacto. Por ello, en tales lugares
se enseñorean las mujeres, sabias en matices de delicadeza. Por ello, quizá sea
bueno que el mundo comience a partir de un ámbito íntimo cabalmente vivido.
A
nadie se le debería privar de las calidades decorosas de un ámbito íntimo a
partir del cual habitar el mundo.