Más sobre la expolición

Giovanni Segantini (1858–1899) Maitines (1886)

Se ha explicado antes que la expolición es una figura retórica que opera ampliando una idea mediante una enumeración detallada de los aspectos componentes.
Vistas las cosas de modo superficial, proliferan en esta figura los modos relativamente equivalentes de decir lo mismo, apelando a expresiones diversas. No es, sin embargo, un pleonasmo, en que meramente se refuerza el significado de un sustantivo con un redundante adjetivo. En realidad, se opera por rodeos y cercos de una idea de la que es posible encerrar en un discurso convergente.
Tengo para mí que el ejercicio de la expolición tiene otra virtud aparte de la expresiva y se trata de una virtud heurística. Parto de la premisa que cada expresión tiene un contenido propio y diferencial, con lo que la sinonimia es siempre una parcial superposición de significados.
Puede pensarse que en la ilustración se aprecia un religioso subiendo una escalinata. Esta sería una expresión llana y simple. También podríamos decir que nuestro personaje mide la escalera con sus pasos y su esfuerzo. O que toda escalinata llega a ser tal por la implementación habitable que se haga de ella. Y podrían proliferar expresiones diversas. Y esa proliferación nos permite no sólo decir algo más o menos equivalente con diversas modalidades significantes, sino decir más sobre la escalinata, el religioso, su ascensión y su situación existencial, así como de los propósitos inferibles del obrar del artista. ¿Cuánto sentido se aloja en el acto de subir una escalinata así, cuando despunta el día pautado por la ritualidad religiosa?

La expolición heurística es un recurso capaz de permitirnos acceder a sentidos profundos de aquello que observamos y que podemos, sólo en principio, describir con expresiones llanas y simples.

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