Depredadores del paisaje

En el presente artículo no hay ilustraciones, dado que el espectáculo es tan triste que podría afectar la sensibilidad del navegante

Para constituir un verdadero depredador del paisaje, uno tiene que adoptar, en principio un punto de vista elevado, el punto de las aves rapaces.
Vistas así las cosas, la campiña es un conjunto vasto de presas que cazar. Es necesario poder de vuelo y vista intensa.
Por eso los promotores inmobiliarios prefieren habérselas más con los mapas que con los territorios. Por eso estos filántropos prefieren ignorar todos los detalles tenidos por irrelevantes para concentrarse en lo que podría ser un negocio, soslayando cualquier otro aspecto. De esta forma, dejan de haber colinas y valles, llanuras y costas, flora y fauna. Ahora hay predios, extensiones, elucubraciones acerca del valor agregado, que, sin excepción, es el valor del dinero conseguido por el emprendimiento.
Démosle alguna razón a los ricos & famosos para agruparse, para asolar la tierra con sus campos de golf, para someter al agua en sus piscinas, para interponer ingentes muros de aire con el resto de la humanidad deprivada, para encender el fuego de la pasión por solventar precios de exclusión. Toda Very Important Person se rodea con un hálito, una esfera, una fortaleza que lo separa, indefectiblemente, de los Comunes.

He contemplado consternado cómo ha quedado un hermoso valle cercano a Marbella: asolado por las residencias, depredado por la codicia mezquina y definitivamente arruinado por los delincuentes depredadores del paisaje. Algún día, cosas así constituirán delitos previstos en la legislación penal.

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