Charles Eames
en su Lounge Chair diseñada conjuntamente
con su esposa, Ray
Hay
una dimensión no ambiental en el concepto de confort.
Proviene
del tratamiento heurístico de la relación hombre-máquina y, en la actualidad,
se extiende comprehensivamente a toda relación entre el cuerpo humano y una
cosa cualquiera. De su origen en el mundo del trabajo deriva su nombre: confort ergonómico (del griego ergon, esfuerzo o trabajo).
Trata
este importante factor del confort de la fatiga muscular y articular, así como
también factores conexos de naturaleza psicológica.
A
grandes rasgos puede especificarse en tal confort ergonómico:
- Seguridad en la implementación, uso, operación o finalidad. La persona debe servirse de una cosa o utensilio en forma que no afecte su integridad física, su salud y su bienestar
- Comodidad en la implementación. Debe minimizarse la fatiga y otros aspectos aflictivos en la relación con las cosas de las que uno se sirve.
- Eficiencia en la implementación. La relación entre el uso, operación o implementación del sujeto de la cosa debe resultar no sólo eficaz (la cosa debe ser capaz de auxiliar la acción de modo efectivo), sino además eficiente (debe maximizarse el beneficio de la acción)