Ética de la adecuación

François Barraud (1899- 1934) La sopa (1933)

Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos
Declaración Universal de Derechos Humanos, 1953

Los individuos nos diferenciamos en casi todo salvo en una sola cosa: nuestra común condición humana.
De esta condición se deriva una característica ética trascendente que es nuestra dignidad de personas. Somos iguales, esencial y constitucionalmente iguales en este sentido: humanos y titulares de la dignidad de serlo. El valor correspondiente a esta igualdad humana, propio y exigible a los lugares que habitamos es la adecuación.
Tenemos derecho a lugares de vida adecuados, porque somos iguales en dignidad y derechos. Esto no quiere decir, como se suele interpretar, que apenas seamos programáticamente titulares de un derecho a gozar de unos mínimos habitables en nuestras viviendas. Tenemos derecho a desarrollar efectivamente una ética de la adecuación de todo el sistema de lugares que habitamos.

Apenas nos asomamos al fondo del asunto

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