Paul-Louis
Delance (1848- 1924) Huelga
en Saint-Ouen (1908)
Hay
un tercer lineamiento político posible e importante en la Teoría del Habitar.
Se trata de la tentativa de revisión sistemática de los proyectos sociales del
habitar, tanto en sus formas explícitas como tácitas.
¿Persistirán
los diversos sectores sociales en su estratificación y dispersión de los
núcleos centrales de la ciudad?
Por
una parte, los ricos se alejan todo lo posible de los comunes mortales,
buscando reductos reservados y privatizados, cuidando que no cualquiera pueda avecindárseles. Los sectores medios acomodados
se apiñan en las regiones con ciertas ventajas ambientales y, sobre todo, que
tomen prudente distancia de las zonas no
glamorosas de la ciudad. Los centros históricos decaen entre la
tercerización de las actividades y la museificación del patrimonio urbano:
apenas si se maquillan para beneficio de los turistas.
Los
pobres conquistan los suelos agrícolas periurbanos en busca afanosa de tierra
barata. La desindustrialización avanza sin parar. Las zonas comerciales
céntricas languidecen ante la concentración de los flujos económicos de consumo
en los shopping centers.
La
ciudad se dispersa, se fragmenta, se discontinúa, pierde identidad, memoria y
referencia.
Hoy
más que nunca es imperioso explicitar los diversos proyectos sociales del
habitar y buscar formas de concierto social y político coherente.
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