Apuntes de viaje (XIV) Elogio de la gente que hace bien a su paisaje


Alrededores de San Gimignano, 2017

Ha sido en la campiña toscana en donde nos hemos maravillado con el concierto armonioso entre las personas y su paisaje.
Es de hacer notar que no se advierte una situación singular especialmente distinguida, sino un moroso consenso de todos y cada uno de los actores históricos que se suceden en el tiempo y que coexisten en el paisaje. A la solidaridad de los vecinos, prolongada por la confabulación de las generaciones, se le complementa con una alianza entrañable con el solar cultivado.
El resultado no sólo es hermoso; también es aleccionador. ¿Cuándo dejaremos nosotros de ser advenedizos en nuestro propio paisaje?

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