Eduardo Kobra
(1976- ) Mural callejero en San Pablo
A
efectos de elaborar una eventual patología del habitar, podría bastar, quizá,
la mera acumulación de todo aquello que nos parezca condenable en nuestro
diario vivir.
En
realidad, entrever una patología así conlleva un compromiso mayúsculo y
sumamente interesante: definir antes que es lo
saludable en el habitar. A estos efectos puede pensarse que lo saludable en
el habitar es todo aquello que conduzca, promueva y realice formas vividas de
adecuación, dignidad y decoro. Esto conduce de la mano a reivindicar, en el
plano de la vida cotidiana, los principios ya clásicos de la ética moderna
provenientes de la Revolución Francesa: igualdad, fraternidad y libertad.
Conseguir un hábitat que resulte adecuado a nuestra genérica igualdad, dotarnos
de lugares dignos de nuestra común condición humana y acondicionarlos con
decoro en beneficio de nuestra condición de seres libres, constituye un
programa de suyo saludable.
De
esto parece desprenderse que es muestra de patología todo aquel aspecto que
conspire tanto con respecto al estado de salud actual así como a las perspectivas
de desarrollo futuro.
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