Felix Nussbaum
(1904- 1944) Jarra en la ventana (1929)
Puede
ocurrir una ventana, por lo demás común y corriente, que concentre sobre sí
toda una estética de lo depurado.
No es
quizá necesario que tenga un diseño especialmente sofisticado, pero sí que
emerja en el entorno circundante como lo que es, un marco umbral para la
reflexión honda y calma. No es quizá necesario que domine un paisaje exquisito,
pero sí que permita apreciar la línea que separa las cosas de la tierra del
cielo, con la debida proporción entre ambas regiones contrapuestas. No es quizá
necesario que se la habite en forma especial, pero sí que albergue con
contundencia las cosas de vivir el lugar propio de la ventana.
Si
así suceden las cosas, entonces tendremos la posibilidad de apreciar la
estética de lo depurado.
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