Jean Benner
(1836 – 1906) Un rincón de sombra en
Capri (s/f)
Si la
estructura fundamental del lugar es aquella estructura que liga al habitante
con la tierra, el cielo y el horizonte, entonces tiene, como propiedad
saliente, unas dimensiones propiamente humanas, de las que será preciso dar
cuenta.
Y
tales dimensiones son fruto de las disposiciones y movimientos del cuerpo,
estructura estructurante que disemina su constitución multidimensional en la
arquitectura que lo aloja. Así, las disposiciones del cuerpo afectan dando
forma al lugar, según se vivan las magnitudes espacio-temporales del campo
habitado. Hay interacciones significativas con los gradientes energéticos en correspondencia
con los sentidos. En el lugar, el cuerpo trabaja, se inmiscuye, dicta normas,
enamora, manipula y confiere forma. Es en este sentido que los aportes de Peter
Sloterdijk (2004) son especialmente reveladores
Dar
con el elenco de efectivas dimensiones humanas va de la mano con la revelación
de la estructura del cuerpo del habitante y de allí al reconocimiento efectivo
de la estructura fundamental del lugar que puebla.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario