Y si soñamos fue con realidades

Albert Anker (1831- 1910) El sastre del pueblo (1894)


Podemos vernos en este espejo. El traje que efectivamente está cosiendo el esforzado sastre antes fue una idea proyectada —o soñada—. Pero mientras lleva a cabo su labor, taciturno, no deja de soñar vanas ensoñaciones que anhelan el aire oscuro para desvanecerse.

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