Imaginar

Creemos que es posible fijar, en el reino de la imaginación, una ley de los cuatro elementos que clasifique las diversas imaginaciones materiales según se vinculen al fuego, al aire, al agua o a la tierra.
Gaston Bachelard, 1942

Puede pensarse que la imaginación, antes de  oponerse a la percepción y a su evidencia predispone a la conciencia con un aparato de cuasirazones que hacen posible una nueva acuidad.
Esta asunción reconsidera el papel del mito. Antes de constituirse como un opositor vencido frente al logos, es el camino oblicuo que sigue la conciencia para constituirse ante una realidad en una interacción en que nunca el sujeto opera con una visión desnuda y virgen ante la realidad prístina y plenamente disponible.

Por ello quizá sea fértil indagar en los mitos materiales que nos informan del habitar con el fuego, en el aire, con el agua o en la tierra.

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