La arquitectura como ley del lugar

John French Sloan (1871- 1951) Quinta Avenida, Nueva York (1912)

El lugar común al etnólogo y a aquellos de los que habla es un lugar, precisamente: el que ocupan los nativos que en él viven, trabajan, lo defienden, marcan sus puntos fuertes, cuidan las fronteras pero señalan también la huella de las potencias infernales o celestes, la de los antepasados o de los espíritus que pueblan y animan la geografía íntima, como si el pequeño trozo de humanidad que les dirige en este lugar ofrendas y sacrificios fuera también la quintaesencia de la humanidad, como si no hubiera humanidad digna de ese nombre más que en el lugar mismo del culto que se les consagra.
Augé, 1992:49

La contextura de los edificios y otras construcciones es apenas un emergente parcial de la arquitectura del lugar.
La arquitectura viva de los lugares incluye a las personas, las relaciones que entablan mutuamente, los modos de vida que imponen, todo aquello que cultivan y ordenan. Es la interacción entre personas y lugares la que da origen a una ley interior que se manifiesta en la arquitectura concreta del lugar. Así, la arquitectura es algo mucho más complejo que la proyectación y construcción de los edificios.

La arquitectura, en verdad, es esa ley que somete a su imperio tanto a la conducta de las personas, a los modos de habitar, y a las implementaciones, a través de las cuales habitantes se las ven con sus construcciones.

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