Las palabras y las cosas

Infraviviendas

El principal objeto de la sociedad es garantizar el derecho a existir.
Robespierre

En épocas apasionadas, el verbo se inflama y los enunciados llegan a ser peligrosos, aún a los que les asiste en alguna medida razón.
Parece que en tiempos de estancamiento decadente, en cambio, las palabras dejan gran parte de su sentido para especificarse en despojos apenas significativos. Proclamar un derecho a existir es propio de otras épocas diferentes a las nuestras.
Pudiera considerarse que una sociedad razonablemente impulsada y organizada abriera la consagración de un derecho humano fundamental para luego especificar todas sus necesarias dimensiones y albergar a todos en su seno. En nuestros tiempos, por el contrario, apenas se abren paso, no sin dificultad, derechos humanos declarativos, pormenorizados y específicos, mientras que el sistema que nos rige expulsa masivamente a la gente que le sobra.

Sobrevivimos en una nave de los locos que va dejando náufragos por todos los mares: ¿Es que somos demasiados? ¿O es que la nave se achica?

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