No se tome mi discurso al pie de la letra

Ernst May  (1886- 1970) El Rundling, en el barrio de Römerstadt en Fráncfort.
  

Puede decirse, sin faltar a la verdad, que la realización arquitectónica es singularmente interesante, aunque el discurso correspondiente resulte, en el correr de la historia, bastante nefasto.

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