Plumas ajenas: Jorge Jáuregui

El urbanismo moderno partía de un tabula rasa en la consideración de lo existente y de la idea de que lo físico (el proyecto) sería la causa de nuevas relaciones sociales armoniosas (Brasilia Chandigahrd, New Towns). El proyecto era “causa”.
Hoy, invirtiendo el proceso, empezamos desde la lectura de la estructura de cada lugar considerado en sus aspectos tanto físicos (contexto) como sociales (usos establecidos) y de la escucha de las demandas, y de ahí derivamos las premisas proyectuales. Ahora el proyecto es consecuencia. A través de él, las intervenciones propuestas en lo existente considerado como construcción colectiva, buscan reforzar las centralidades latentes o manifiestas, creando nuevos “atractores”. Estos focos de urbanidad pensados como espacios de convivencia contribuyen a la integración de la vida de cada comunidad en sí misma, con el entorno y con la ciudad en su conjunto.
Jorge Jáuregui
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