Humanismo práctico

Sergei Gribkov (1822- 1893) En la cuna (1889)

Cuando la arquitectura libera lugares para el enseñoramiento del cuerpo, constituye un humanismo práctico.
¿Qué debemos entender por humanismo práctico?
En primer lugar, un pensamiento disciplinado por el conocimiento profundo de la condición humana. Un humanismo práctico, en este sentido, pone centro epistémico en la humanidad, sus características y demandas. El pensamiento arquitectónico que hace centro en el habitar asume un compromiso humanista fundamental.
En segundo lugar, debemos entender por humanismo práctico unas prácticas puestas en servicio principal y final al hombre. Son humanismos prácticos, entonces, las representaciones, acciones y actividades que tienen a la humanidad como causa final. Así, la práctica arquitectónica humanista implica tener al diseño, proyecto y construcción como medios para la consecución del habitar humano.

Por último, un humanismo práctico tiene una expresión productiva específica propia de su carácter de arte. El hombre es una autoproducción, es la concepción profunda de todo arte. Y la arquitectura respeta y se somete de buena gana a esta autoproducción.

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