Círculo de
piedras en Swinside, Inglaterra
Ya
con dos piedras algo próximas es posible oponer Uno y Otro lado. Pero cuando la
proliferación hace una serie y cuando ésta se cierra, sucede algo sobrecogedor.
Sucede
un recinto. Encerrado por las piedras ha quedado confinado Otro lado, Más Allá.
Es comprensible que nuestros antepasados plenos
de estupor y ferocidad, —tal la semblanza de Giambattista Vico, que le
gustaba recordar a Umberto Eco— incurrieran en la Idea que provino de la Obra,
que contiene la Otredad para múltiples fines. Es comprensible que la Otredad se
destine a lugar de los Divinos, a lugar de los Muertos, a lugar de Ofrendas y
Ritos.
La
humanidad, morosamente, se dedica entonces a adentrarse paso a paso, ese lugar
interior que bien puede ser ocupado por la Vida propia.
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