Escultura de
Madre Tierra en la iglesia de Santa Gertrudis en Güstrow (Alemania)
…el adobe es frágil. Las formas
de arcilla se desmoronan rápidamente. Las construcciones deben ser restauradas,
o incluso reconstruidas constantemente. Duran lo que una vida humana dura.
Después de todo, casas y humanos han sido fabricados con el mismo material.
Mitos mesopotámicos y griegos nos lo recuerdan. Pero la arcilla es la carne de
la diosa madre de los inicios. Los edificios vibran: viven -y se desintegran.
Pedro
Azara, 2016
La
tierra es el elemento operado por nuestras extremidades.
Tener los pies en la tierra
es garantía de realismo y buen sentido. Por otra parte, tierra es lo que
tenemos a la mano. Por ello, la arcilla es un material primordial en
arquitectura. Por ello, la figura que habitamos se denomina territorio.
La
tierra es la porción de la estructura fundamental del lugar que se deja someter
a nuestras diversas quiropraxias, esto es, manipulaciones que extraen
componentes de la naturaleza, los vuelven primero objetos y, en ocasiones, los
descubren como cosas, a veces útiles. Hacemos un mundo con las manos hundidas
en la tierra.
En un
sentido simbólico profundo, la Tierra —con las debidas mayúsculas— es una
Madre: vive y engendra vida. Tenemos lugar, entonces, como sus criaturas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario