Interpretar y estimular sueños

Vilhelm Hammershøi (1864 – 1916) Interior (1901)

En las páginas que siguen aportaré la demostración de la existencia de una técnica psicológica que permite interpretar los sueños, y merced a la cual se revela cada uno de ellos como un producto psíquico pleno de sentido, al que puede asignarse un lugar perfectamente determinado en la actividad anímica de la vida despierta
Sigmund Freud
La labor de una necesaria hermenéutica arquitectónica tiene dos aspectos recíprocamente implicados.
Por una parte hay que interpretar el fondo de las demandas sociales. Ir al fondo significa explorar en profundidad aquello que emerge parcial y equívocamente en el estado lúcido y asomarse a los elementos verdaderamente activos en la promoción del deseo. La mejor arquitectura yace en el fondo del alma humana y es preciso revelarla, traerla a la superficie y proyectar y construir en consecuencia.
Por otra, hay que estimular los sueños e imaginaciones que configuren nuevas demandas sociales. Los arquitectos aprendemos a soñar despiertos en actividades que por lo general tenemos por plenamente producto de nuestros conocimientos artísticos y técnicos. Sin embargo, con nuestros esbozos manifestamos en cierta forma sólo algún aspecto parcial de nuestros deseos más profundos y mal conocidos.

Puede que en un cierto sentido, el instrumento de proyectación arquitectónica por excelencia no sea otro que la almohada.

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