Salvador Dalí
(1904- 1989) Figura en una finestra
(1925)
Las ventanas son de género
femenino no porque esa fuera precisamente la manera habitual que tenían los
hombres de proyectar su deseo, desde fuera, sobre la evanescente aparición de
una mujer asomada a su quicio, (como dice Carmen Martín Gaite), sino
porque sin ese carácter específicamente femenino no podría resolver la infinita
complejidad de ser un mecanismo complejo y bifronte, volcado hacia dos mundos a
la vez, de una manera hermosamente unitaria.
Santiago
de Molina, 2016
A las
mujeres les sienta bien la situación en los umbrales, quizá porque su propia
existencia tenga mucho de limen, de trémula intercesión entre adentro-y-afuera,
de comunicación de mundos público-y-privado.
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