Aleksandr
Deineka (1899– 1969) Granjera en bicicleta (1935)
Son
tan ricas, complejas y sutiles las afectaciones del cuerpo en el lugar que no
parece caber duda en que puede considerarse a éste como verdadero arquitecto del lugar.
En
efecto, en la composición, en la medida así como en la escala concreta de los
lugares, el cuerpo cumple un papel autoral.
Al arquitecto profesional —así como lo ha hecho en las calidades de formas y
materiales constructivos— quizá le conviniese indagar en el estudio minucioso
del comportamiento efectivo del cuerpo en una de sus tareas esenciales que es
la concreta y efectiva constitución arquitectónica del lugar como cabal sitio
habitado.
La
humanidad agradecería el esfuerzo.
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