Jean Béraud
(1849- 1935) Avenida parisina (s/d)
Me gusta definir las ciudades
como lugares de llegada. No han existido nunca por ellas mismas: son núcleos
dinámicos que se crean con gente que viene del campo, de otros países. Los
habitantes de las ciudades son llegantes. Si desde las ciudades les negamos los
lugares de llegada a los refugiados, los estamos expulsando del mundo.
Marina
Garcés, 2016
Definir
las ciudades como lugares de llegada supone una visión especialmente lúcida.
En
primer lugar, la perspectiva se desplaza de las cosas de la ciudad para
abordar, en un único y amplio gesto, una realidad, en principio humana. Y
empezar por lo humano siempre es bueno.
Pero
lo mejor proviene de reparar en qué hacen
las personas en la ciudad. Y lo primero que hacen es llegar a ella. Y, si uno lo piensa bien, el acto originario del
hecho habitable que es una ciudad, es, precisamente, llegar a ella, convocarse,
tener lugar allí.
Convendría
no olvidar nunca esta condición
originaria.
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