Aisthesis arquitectónica con el concurso de Juhani Pallasmaa (XVIII)


Eva Rubinstein (1933)

La vista aísla mientras que el sonido incluye; la vista es direccional mientras que el sonido es omnidireccional. El sentido de la vista implica exterioridad, pero el sonido crea una sensación de interioridad. Contemplo un objeto, pero el sonido me llega; el ojo alcanza, pero el oído recibe. Los edificios no reaccionan a nuestra mirada, pero nos devuelven nuestros sonidos al oído. "La acción concentradora del oído [ ...] afecta a la percepción que el hombre tiene del cosmos -escribe Walter Ong-. Para las culturas orales, el cosmos es un suceso progresivo con el hombre en el centro.
Pallasmaa, 2005

El cotejo crítico de las diferentes sensaciones brinda interesantes conclusiones iniciales.
Mucho se ha insistido en saber ver la arquitectura, pero nada se ha dicho, hasta ahora, de prestarle oídos. Y, sin embargo, una vez que uno repara en ello, resulta que en verdad oímos todo aquello que percibimos con el auxilio de la reverberación local de las notas en el lugar. Y vaya si resulta peculiarmente hondo y entrañable un lugar allí donde don Arthur Rubinstein podría ensayar con comodidad.

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