Asentamiento
irregular en Montevideo
Imposible
no conmoverse con el triste espectáculo de la infravivienda en los llamados
asentamientos irregulares.
Nadie
duda que éstos sean una muestra de más que obvias patologías del habitar. Pero
también son patológicos los conjuntos residenciales empobrecidos para pobres.
También son patológicos los enclaves puramente residenciales alejados de los
servicios urbanos básicos. Hay muchas formas de generar no-ciudad y no sólo la
pobreza y la marginación son los únicos agentes patógenos del habitar.
No
basta con mínimos de adecuación: es imperioso que la ciudad prolifere en lugares dignos de nuestra común condición
humana en forma orgánica, sistémica y estructural.
- Si la ciudad se nos muere difundiéndose en el territorio, esto también es una patología del habitar.
- Si la ciudad nos fragmenta en mosaicos socioespaciales, esto también es una patología del habitar.
- Si la ciudad se descoyunta en enclaves empobrecidos de complejidad y vida, esto también es una patología del habitar.
La
reivindicación de lugares dignos para
vivir no es más vaga que la que reza: viviendas dignas. Por el contrario,
es mucho más precisa, porque comprende al contexto global de la vida ciudadana.
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