Jardin
Majorelle, Marraquech, 2016
Pensar,
clasificar, cultivar, seleccionar.
Tales
las operaciones recurrentes a la condición humana. En el memorable Jardin
Majorelle de Marraquech se nota una radical ausencia de malezas y una
proliferación de plantas suculentas coleccionadas con tanta pasión como furor
selectivo. Es un jardín distinguido desde su concepción, su emplazamiento, su
paciencia y su criterio. Es un jardín distinguido porque nació así, del más
depurado espíritu de concepción, clasificación, cultivo y selección. Es un
jardín distinguido porque ha conseguido desarrollarse según su propia y
exclusiva línea maestra.
Es un
monumento vivo a la sabiduría humana cuando ésta se manifiesta en la
singularidad de su constitución allí y entonces.
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