Frank Bramley
(1857–1915) Helen Chalmers (1908)
La
implementación digna de la arquitectura y sus elementos es aquella que vincula
virtuosamente las calidades del lugar con la condición humana de quien lo
habita.
Somos
quienes somos ocupando con legítimo título nuestros propios lugares y haciendo
uso de los lugares en comunión fraterna con los nuestros. No se trata de
explotar un recurso durable, sino de cultivar
la propia vida en los lugares, haciendo del uso un enriquecimiento mutuo de
personas y lugares.
Porque
la verdadera dignidad no se sustenta ni en la posición social ni en las
calidades del lugar que se habita, sino en el preciso escenario en donde estos
dos factores interactúan y potencian mutuamente.
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